viernes, diciembre 30, 2005

 

Bienvenido


Llevaba ya algún tiempo esperándote, impaciente; bienvenido seas a mi vida. Cuando te vi por primera vez, aparcado en un oscuro garaje, no pude contenerme y acaricie tu chasis. Hace un par de meses que tomé la decisión de que entraras en mi vida, con la esperanza de que la mejoraras un poquito y me proporcionaras más tiempo. Eso por supuesto tiene su precio, y no me refiero sólo a las incómodas letras que me perseguirán una vez al mes durante tres años, sino a los gastos de gasolina, seguro y por dios, no me falles eh? Me fío de la mecánica francesa y espero no arrepentirme. La verdad es que no me arrepiento de haber dado el paso porque estoy más que harto de autobuses, metros, esperas, empujones, horarios y retrasos. Bueno, el metro no esta mal, pero prefiero cogerlo sólo de vez en cuando.

Creo que tenia 14 años cuando empecé a usar el transporte publico solo; primero el autobús, para ir al colegio. Después el metro y cuando me mude aquí, los interurbanos. También los cercanías. A veces para ir a clase, o para salir por ahí, o para ir al trabajo. Me ha transportado en días alegres, tristes, en momentos de confusión, en momentos de optimismo. Sobre todo el metro. ¿Qué seria de Madrid sin él? Creo que el colapso seria total (más aún del que ya hay). Mil y una anécdotas en aquellos vagones que atraviesan las entrañas de la ciudad. Pero me despido de ellos, al menos ya no los usaré de forma habitual. Me despido también de la tarjeta del abono transporte, cuyo precio no deja de subir. Me uno al club de los conductores y de aquellos que tienen letras que pagar y llegan justos a fin de mes.

Tengo muchos planes para ti; no quiero que me lleves únicamente a clase o al trabajo. Me gustaría viajar este año que está a punto de llegar y qué mejor forma de empezar que visitar Galicia. Mediados-finales de febrero, ya veremos. Ya te comentare, pues debo de encajar antes muchas piezas. Me gustas, creo que he hecho una buena compra y creo que nos llevaremos bien. Aun no te domino es cierto, pues aunque solo tengas 75 cv se nota el motor de gasolina. Te tratare bien, te lo prometo. Estudiare el manual, respetare las revoluciones y el rodaje y no intentare maniobras imposibles. Y tu pórtate bien, no me des más problemas de los que pueda solucionar. Bienvenido seas a mi vida pues.



jueves, diciembre 29, 2005

 

Las ecuaciones de la vida


—¿Sabes lo que creo? Que si pintásemos en una grafica de dos dimensiones nuestra vida, en el eje vertical pusiéramos nuestro estado de animo o nuestra felicidad y el en eje horizontal el tiempo, a escala de años, o meses, o a la que quieras, saldría una función seno— exclame con la mirada perdida. La parte positiva del eje de las y implicaría un buen estado de animo y la parte negativa uno malo. Quizás sea simplificar demasiado pero tiene su lógica.

Jorge sonrió, cogió su abrigo y me respondió:

—Te equivocas amigo. Es una función tangente

—¿Una función tangente?

— Si señor

— Interesante, no lo había pensado así

Bueno, pero seria demasiado radical; es como si constantemente, cada x tiempo, pasásemos de estar muy bien a estar hundidos; y es que la función tangente tiene infinitas asintotas verticales y claro el cambio seria demasiado brusco. Además nadie pasa de estar muy bien a estar muy mal (o viceversa) tan rápido. Bueno, si, pensándolo mejor hay situaciones en las que es posible que suceda.

—Espera un momento que voy a pintar unas cuantas graficas—afirme mientras buscaba un programa en el ordenador.

Y así hice; ninguna parecía encajar. Anda y esta?

—¡Mira, sí, esa!—dijo Jorge

—¡No jodas tío que esto es un polinomio negativo, se va a menos infinito! ¡¡Vamos, si es así me suicido!!

—Jajajajaja

Nos quedamos pensando los dos durante unos minutos en el tema, pero no llegamos a ninguna conclusión. Jorge se marchó pues ya era algo tarde y me quede en la oficina, dilucidando un poquito mas sobre el tema. No podía ser una función seno, ni una tangente. No, seguramente exista alguna función que pueda representarlo, pero tan complicada que no la encontraríamos ni en un millón de años. Creo que cada día nos mantenemos un poco, a veces la curva baja y a veces sube, pero sigue avanzando. Y al final somos nosotros quienes pintamos esa curva. Y cada cierto tiempo algo hace que suba o baje bruscamente, quizás por un cambio, que podemos hacer nosotros o que puede venir a nosotros, de una forma o de otra.

Las matemáticas pecan a menudo de ser perfectas y por tanto es imposible que describan la realidad; sin embargo son la base de muchas cosas, y te sorprendería saber cuantas aplicaciones tienen. Intentar reducir el problema de la vida a una gráfica es un poco absurdo e inútil, pero puede ayudarnos a comprender que esa gráfica somos nosotros y que si baja sin parar hay que pararla y que si sube bastante hay que disfrutar de ello. Pero esa hipotética gráfica sólo es una solución de una ecuación mucho más compleja, llena de incógnitas, variables que van cambiando y algunas desapareciendo, para dejar paso a otras nuevas. Demasiado complejo todo. Lo único cierto es que el tiempo avanza y no se detiene. Por tanto la gráfica sigue pintándose a cada momento. Espero que la tuya puedas pintarla bien.



miércoles, diciembre 28, 2005

 

El legado de Pandora


Cuenta la leyenda que Pandora fue la primera mujer creada por Zeus y que la creo para castigar a Prometeo, quien había regalado el fuego a los hombres. Este desconfió del regalo del todopoderoso y aconsejo a su hermano, Epimeteo, que tampoco lo aceptase. Pero deslumbrado por su belleza y su gracia no dudó en contraer matrimonio con ella. Zeus le regaló a Pandora una cajita y le ordenó que nunca, bajo ninguna circunstancia, la abriese. Sin embargo pudo la curiosidad y la abrió y difundió todos los males por el mundo, y sólo la esperanza quedó en el fondo de la caja. Así fue como los males se esparcieron entre los hombres, y solamente la esperanza les quedó como consuelo.

Esta curiosa leyenda es el origen del nombre de nuestra nueva asociación de teatro. “El legado de Pandora” es la culminación de un proyecto que nació en la mente de mi amiga Silvia hace unos meses. Tenemos el honor de ser la primera asociación juvenil de este pueblo (lo cual dice mucho por desgracia de cómo es este pueblo) y nuestro objetivo es difundir, practicar y aprender teatro. Después de superar incontables trabas burocráticas la asociación ya es una realidad. Integrada por cinco personas entre las que me encuentro (en calidad de vocal), esperamos llevar a cabo muchos proyectos pues de momento lo único que tenemos es precisamente lo que quedo en la caja: esperanza. Tras muchas reuniones y tiras y aflojas no creemos que salga adelante el taller de teatro que habíamos pedido, así que hemos decidido montarlo nosotros. Aun quedan cabos por atar y un servidor desea transcribir en papel muchas ideas que tiene en mente. No es el mejor momento para hacerlo, pero lo haré. A largo plazo uno de los objetivos principales es visitar el festival de teatro en Almagro que se celebrara en verano de 2006. Para Mayo también de 2006 es posible que hagamos alguna obrilla, aun no lo sabemos.

Soy de ciencias y lo mío son los números; es más, me aburría soberanamente en las clases de lengua y jamás me interesé por el teatro, hasta hace bien poco. Por ello a veces me cuesta entender por qué me atrae tanto la interpretación. Quizás sea porque me ayudó mucho en momentos difíciles. Sea como sea, hecho está e intentaremos hacer un buen trabajo. E intentaremos también, llenar otra vez la caja de Pandora con los males que tengamos.


sábado, diciembre 24, 2005

 

El problema es la elección


Muchas veces, en este largo proceso que es la vida, nos encontramos con situaciones en las que debemos tomar una decisión; cuando somos pequeños normalmente nuestros padres deciden por nosotros. Eligen la ropa que llevamos puesta, lo que comemos, el colegio al que asistimos, la hora a la que nos levantamos y a la que podemos acostarnos, el tiempo que podemos dedicar al ocio, etc. Somos totalmente dependientes de ellos. A medida que crecemos y nuestro yo se va formando nos damos cuenta de que necesitamos decidir, de que queremos elegir y de que ya no nos gusta que elijan por nosotros. No queremos llevar ese jersey, ni tomar pescado para cenar (cuántas discusiones tuve con mi madre por esto), ni acostarnos a las once de la noche porque no nos da tiempo a ver esa peli que echan en la tele. Paralelamente a ese proceso de formación personal, aparece también (o debería) el sentido de la responsabilidad, y que con el tiempo, hasta la etapa adulta, irá evolucionando hasta formar la conciencia; se puede llamar de muchas formas, me refiero a esa identidad personal, única e intransferible que tenemos todos.

Esa “conciencia” (con tu permiso, y sin él, lo llamaré así) es la que nos mueve, la que nos hace funcionar de una forma o de otra; muy ligada a los sentimientos, a las emociones y a nuestras experiencias y apetencias es la que se encarga de tomar elecciones. De la más trivial (¿qué desayuno hoy?) a la más compleja (pon aquí la que más te haya costado tomar). Algunas de esas elecciones resultan trascendentales, hasta el punto de que nuestra vida puede cambiar totalmente según el camino escogido. Son tan importantes que tienes la sensación de que elijas lo que elijas te has equivocado. Así pues uno intenta escoger la que menos problemas vaya a generar. Aún hay otras más complicadas. Las que te ves obligado a elegir entre lo que te pide el corazón y lo que te dicta la cabeza.

Sí, esas son las más complicadas; las que no te dejan dormir, las que no paras de dar vueltas en la cama y las que te vuelven loco. Pero hay que tomarlas, no queda otra. Supongo que así es la vida; llena de momentos de cambio; escribía hace unos meses en un artículo de d-generación que “…porque así es la vida; una evolución e interacción constantes, un proceso único que siempre tiene el mismo final, pero nunca iguales argumentos. Una especie de película que nos pertenece a cada segundo que pasa, en la que somos director, guionista y actor a la vez. Un cambio que algunas veces no es de nuestro agrado e incluso nos viene impuesto. La vida es cambio…” Qué miedo dan a veces. Pero siempre vienen precedidos de una elección. El problema es la elección.

martes, diciembre 20, 2005

 

Retorno al principio


He vuelto; han pasado ya varios meses desde mi último post y muchas cosas han acontecido; unas buenas, otras malas. Como todo el mundo, supongo. He entrado en el que espero sea mi último curso universitario. Continúo trabajando y me he comprado un coche que debería recibir esta semana. Me apunté a un club de senderismo y he realizado varias excursiones a la montaña. He conocido gente interesante y gozado de agradables momentos. He pisado suelo belga junto a mi amigo Aitor. He cerrado una etapa muy importante en mi vida y de la que he aprendido bastante (cómo hacer las cosas y cómo no hacerlas). He soñado, reído, llorado, disfrutado y sufrido. He vivido momentos inolvidables y que permanecerán en el recuerdo.

Son las 3 y media de la madrugada de un martes 20 de diciembre; la noche está bastante fría y los ojos se me empiezan a cerrar; un silencio sepulcral, sólo interrumpido por los zumbidos del sistema de ventilación, rodea el ambiente. Como todas las noches. Ayer no fue un gran día la verdad. La semana tampoco se presenta muy prometedora. Sin embargo aquí seguimos, y seguiremos, siempre para adelante. Paseando por la facultad he tenido la idea de hacer un viajecillo. Si mi economía me lo permite, me gustaría escaparme unos días a Galicia. ¿Por qué? Me apetece ver el mar. Me apetece olerlo, sentirlo, escucharlo. Estuve hace ya muuuchos años y recuerdo cómo observaba fascinado A Costa do Morte, su fuerza, el romper de las olas en los acantilados. Eran otros tiempos por supuesto, pero el niño que tengo dentro desea volver a sentirse fascinado. Sólo es una idea la verdad, que espero coja fuerza con el paso de los días.

Alguien me dijo una vez que la vida es lo que te sucede mientras imaginas lo que te gustaría que te sucediese. Me gustó tanto la frase que no tardé en hacerla mía. Incluso me permití añadirle algo más: cuando coinciden es un gran momento, un momento especial. Creo que no suelen coincidir y eso lo hace aún más especial. En fin, que he vuelto; esta noche estoy algo cansado y con pocas ganas de escribir, así que continuará, un día de estos……….

This page is powered by Blogger. Isn't yours?

Suscribirse a Entradas [Atom]