sábado, octubre 21, 2006

 

La conversación


Normalmente cuando tenemos un problema o algo nos preocupa, acudimos a las personas que queremos y con las que tenemos confianza para pedir ayuda, consejo o simplemente desahogarnos. Personas que nos conocen bien y que ven la solución que a nosotros se nos escapa, ya sea porque es gente que sabe escucharnos y dar consejos o simplemente porque desde fuera todo se ve más claro.

Sin embargo, hay ocasiones en las que por azar se cruzan en nuestra vida personas desconocidas, que nunca habíamos visto antes y que probablemente nunca volveremos a ver, que nos iluminan con unas simples palabras; no nos conocen, no saben nada de nosotros pero nos dicen esas palabras que necesitamos oír. Son como ángeles de la guarda.

Fue una casualidad encontrarnos a aquella noche al mismo taxista que varios meses atrás; las probabilidades eran mínimas pero sucedió. La situación había cambiado bastante y a medida que el taxi avanzaba por la noche la conversación se hacía más interesante. Sobre el amor, las relaciones de pareja y sobre cómo la vida a veces te depara sorpresas agradables (otras no tanto).

La conversación con el segundo taxista, ya de camino al aeropuerto, fue más reveladora aún. Y mientras observaba el paisaje con cierto desánimo pensaba en sus palabras; habían sido unos días muy intensos pero tocaba volver al mundo real, a enfrentarse con esos problemas que quedaron aparcados. Y al mismo tiempo a seguir contemplando el horizonte, siempre con optimismo.


Comentarios:
Si era tan interesante la conversación podrías contárnosla...
 
Pues así resumido, era un señor de 55 años que acababa de ser padre y que había encontrado el amor hará poco tiempo; decía que hay que tirarse a la piscina a veces y que nunca es tarde.

Que las mujeres son muy especiales y nunca terminas por conocerlas, ni a tu pareja, y que muchas veces esos interrogantes o misterios son los que ayudan a mantener una relación
 
Estoy de acuerdo en que la relación se mantiene mientras queden misterios, y eso vale para las dos partes. Por eso nunca hay que darlo todo, aunque la otra persona sostenga que te lo da todo y te pida lo mismo...: si sigues enamorado es porque todavía no te lo ha dado todo, y si quieres que te siga amando debes reservarte partes de tí.
 
Estoy de acuerdo que el misterio es de las mejores cosas, eso si en dosis pequeñas... si no luego viene las sorpresas desagradables... ole alegría yo siempre tan optimista
 
Yo siempre he pensado que nunca terminas de conocer a tu pareja. Primero te enamoras en plan idealizando la situación, luego cuando empiezas a conocer sus defectos, si aún así te sigue encantando: ya no sólo estás pillado sino que también le amas, le quieres... nu sep... llamalo como quieres. La clave está en no dejarse aburrir por lo que uno cree rutina, sino que siga intentado conocerle como si fuese la primera vez.

Un saludo!!
 
Y mientras te iluminaba con su campechana experiencia y despejaba tus dudas... ¿dio varios rodeos para cobrarte más?
 
Lo bueno de las ciudades pequeñas es que todo queda más cerca; no percibí que diese rodeos pero el atasco a la entrada del aeuropuerto hizo que el taxímetro marcara unos euros de más
 
Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]





<< Inicio

This page is powered by Blogger. Isn't yours?

Suscribirse a Entradas [Atom]