viernes, agosto 25, 2006

 

La negación



Una de las características de 1984 es el control total que el estado ejercía sobre todos y cada uno de los ciudadanos; nada nuevo pues cualquier dictadura funciona así. Pero lo sorprendente es la capacidad de dicho estado de reescribir el pasado cuando el presente cambia. Por ejemplo, si ayer nuestro país estaba en guerra con el país A y hoy el país A es nuestro aliado, nunca estuvimos en guerra con A, este país fue siempre nuestro amigo; si Fulanito Pérez es acusado de traición y ejecutado (vaporizado decían en el libro) al día siguiente Fulanito Pérez deja de existir; pero ayer tampoco existía y nadie con ese nombre fue ejecutado jamás. Nunca nació, nunca existió y por tanto nunca fue un traidor. Por tanto no existen ni han existido jamás traidores al estado

Este modus operandi, a priori tan radical, es la forma de funcionar de algunas personas. Cuando algo no sale bien, se ponen en marcha una serie de mecanismos para negar los hechos y minimizar el daño; “no ocurrió así, no pensaba eso” y así tan contentos. No hay conflicto porque no hay pasado; no hay daño porque no sucedió así.

La negación es básicamente un mecanismo de autoprotección ante un conflicto externo o interno y suele aparecer en los períodos de duelo. A veces es necesaria, pero otras sobra porque manipula la realidad hasta el punto de destruir el pasado y alterar el presente. Lo curioso es la capacidad que tienen de irse por los cerros de Úbeda cuando en una conversación te aproximas a exponer esa teoría, al acercarte a desgranar ese comportamiento, al intentar obtener respuestas. Un “hablemos de otra cosa” es la respuesta obtenida.

Por supuesto uno no va a estar recordando toda la vida las cosas que salen mal; para eso está el olvido. Pero es un concepto diferente; porque los hechos no se olvidan totalmente, sólo que no permanecen en la memoria reciente y el dolor padecido es asimilado y digerido para dejar paso a la experiencia, al aprendizaje. Cuando se niega el pasado no se aprende nada porque no hay nada que aprender. Nunca sucedió, e irónicamente como nunca sucedió, volverá a suceder.


Comentarios:
ya veo que has sacado adelante lo del castpost (acompaña bastante bien el domingo ). respecto a 1984, me parece un libro fundamental, magnífico. no es tan lejano ni tan extraño la utilización del lenguaje para lavar cerebros, es cuestion de abrir bien los ojos y ver al mecanismo en acción, todos los dias.

si alguien lee esto y no ha leido el libro.... " just do it " (je)
 
Me encanta ese libro, y tienes razón en que más allá de la manipulación política y de masas, la gente individual razona muchas veces alterando los hechos hasta tal punto que ellos son los primeros en autoreafirmarse en la mentira para luego defenderla a capa y espada. Trastocan los hechos a su conveniencia y luego, ante una audiencia, a falta de pruebas es su palabra contra la tuya. Tú dijiste esto... sí dije eso pero en otro contexto, no me cambies las comas, y lo otro no lo dije, lo has construido tú uniendo trozos sueltos a conveniencia de otras conversaciones que no tienen nada que ver que con el tema.
Los hechos se reinventan, se destacan unos y se silencian otros, y luego se interpreta a conveniencia.
Está a la orden del día a todos los niveles.
 
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