viernes, julio 07, 2006

 

Que viene su Santidad


Este fin de semana recibiremos la visita de uno de los hombres más poderosos del planeta, el máximo exponente de la Iglesia Católica, que por cierto guarda un misterioso parecido con un siniestro personaje de ficción. Bromas aparte esta visita estaba perfectamente planeada ante la realidad cambiante de España, uno de los países católicos por antonomasia. Si durante la época franquista los curas gozaban de un inmenso poder la transición diluyó poco a poco sus influencias hasta la época actual, en la que quieran admitirlo o no ya sólo conectan con una pequeña parte de la sociedad.

La idea de creer en dios me parece respetable; demasiadas preguntas sin respuesta, demasiados interrogantes. La idea de Iglesia Católica la asocio con represión, hipocresía y ambición. Estos señores se han autoproclamado dueños de la moralidad y se empeñan en decirnos lo que podemos y no podemos hacer. Resulta cuando menos curioso escuchar a un señor de 60 ó 70 años por la tele hablar de sexualidad cuando se supone que es un tema que desconoce totalmente (y suponiendo que la desconozca lo cual no me creo). Ni siquiera tendré en cuenta todas las guerras y barbaridades que se han cometido “en el nombre de Dios”. Me ciño a la época actual, se supone de libertad.

Más que los curas, me sorprende aquellos católicos (que rozan el fanatismo) que se dejan ver en estos actos pancarta en mano. Aquellos que odian a los homosexuales, que odian el sexo (“el sexo sólo es para reproducirnos” palabras textuales), que tienen ocho hijos y se quejan de que el estado no les financie (usa un preservativo capullo); esas mujeres que se autofustigan (“la labor de la mujer es servir al marido” palabras textuales) por una iglesia que las desprecia y releva a un segundo plano. A estos individuos se les huele el percal a 50 km.

¿Conoces la teoría del reprimido represor? Dice básicamente que todos los reprimidos se acaban convirtiendo en represores. “Como yo no mantengo relaciones sexuales tú tampoco, así que nada de preservativos”. “En mi vida he disfrutado con el sexo así que el sexo solo sirve para tener hijos y lo demás es maligno y obsceno” Esas “familias felices” que tratan de vendernos son sólo una fachada; porque el odio, la intolerancia son consecuencia de la amargura, de la frustación. Y esta gente los desprende a borbotones. Benedicto, por mí quédate en tu casa (junto con los 40 mil millones de dólares de patrimonio del Vaticano)


Comentarios:
Amo a Lauraaaaaaaaa, lalala :P

En fin, yo también respeto a la gente que cree en los dioses.
Y la verdad es que me encantaría creer porque supongo que muchas veces en la vida tener algo a lo que agarrarse, como la fe,puede ser de mucha ayuda.
A veces me ha pasado que, viendo un paisaje de los que te dejan sin respiración, me ha dado por pensar que todo eso no podía haberse creado sin la ayuda de un ser superior.
Pero desde luego, si algún día empezase a sentir esa fe, no sería católica.
He visto demasiadas porquerías relacionadas con la iglesia.
Me entristece mucho pensar en gente que cree ciegamente en el papa y todas esas cosas.
Que lloran al verlo y lo meten en todas sus oraciones...
Entrar en las iglesias, cuando hago turismo, y ver que en la hucha de las donaciones pone "como mínimo 1 €" Ja!!! ¿Pero de que va esta gente?
 
La iglesia y el poder eclesiástico uno de los grandes males de la sociedad ahora y siempre

Ameeeen
 
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