lunes, marzo 06, 2006

 

Contemplando el horizonte

Antiguamente se creía que la Tierra es plana, y que existía una frontera, más allá del horizonte, donde el mundo se acababa; estaba llena de monstruos horripilantes, comentaban los asustados marineros, con grandes colmillos y muy mala leche. Por ello a Colón le costó bastante encontrar avezados y valientes grumetes que ignorasen las leyendas reinantes y se adentrasen con él en la aventura de la búsqueda de las Indias. El genovés había consultado muchos mapas y trabajos de algunos matemáticos y sospechaba que no sólo no existían esos monstruos, sino que la forma de la tierra conocida no era plana. Por supuesto no lo dijo en voz alta pues la Inquisición acechaba y tenía espías por todas partes. Así pues tres barcos se adentraron en el peligroso océano en busca de fortuna y gloria; no fue las Indias lo que hallaron, pero esto no se sabría hasta algunas décadas después.


Efectivamente el planeta tiene una geometría esférica, un poco achatada por los Polos; un radio de unos 6350 Km que le da una longitud total de unos 36000 Km. Por supuesto nuestra vista limitada no permite apreciar tan enorme distancia, la propia curvatura lo impide. Pero merece la pena contemplar el paisaje; el mejor modo de disfrutar de estas vistas es sin duda una playa al atardecer, pues las bonitas vistas se mezclan con la diversidad de colores del cielo (provocadas por el scattering de la radiación solar por las moléculas de la atmósfera). Sin embargo no es sólo un bonito paisaje, es algo más; la sensación de estar viendo el futuro, allí a los lejos; y uno se pregunta a veces si existirán esos monstruos, si nos están esperando.


Son tantas las posibilidades a la hora de encauzar nuestra vida que es difícil saber a priori cuál es la correcta; supongo que entonces no queda más que tirarse a la piscina. Es cierto; pero mejor asegurarse de que antes la piscina tiene algo de agua, sino la hostia puede ser dura. ¿Pero eso sí puede saberse a priori? Interesante pregunta. No en su totalidad pero algo te dirá, llámalo instinto o como quieras, si ese camino es el adecuado o no. Lo que venga después que venga; si es bueno mucho mejor, si es malo aprenderás de ello y luego podrás buscar otra puerta. Esto ya lo hemos hablado antes….las puertas


He conocido muchas personas “aventureras”; escapan de la rutina, son muy activas y están constantemente probando cosas nuevas. Conocí una incluso que llevaba al límite esa premisa; cada x tiempo se desplazaba a una ciudad, buscaba un trabajo y se establecía durante unos meses, hasta que se cansaba y con algo de dinero viajaba a otra ciudad para repetir el ritual; a lo tonto se recorrió Europa entera y creo que la última vez que supe algo de él ya apuntaba al Nuevo Mundo. Bueno, es una forma válida, aunque no sé cuánto tiempo se puede aguantar así. Creo que hay que tener mucha fortaleza para hacer eso, pues por muchos lugares que visites, gente que conozcas y anécdotas para el recuerdo, al final estás sol@.

Cada uno ve las cosas de distinta forma; lo que es seguro es que todos contemplamos el horizonte, en el que están a la vez nuestros monstruos de colmillos afilados y nuestras esperanzas e ilusiones. Estoy seguro de que Colón hace quinientos años pensaba igual; se tiró a la piscina y lo logró, pero de distinta forma a como hubiese querido. Es otra característica importante de todo esto: las cosas rara vez salen como queremos y/o planeamos. Lo importante pues es que salgan, aunque nos sepa a poco (o a nada). Por suerte, siempre nos quedará el horizonte. El futuro.

"El mar dará a cada hombre una nueva esperanza, como el dormir le da sueños"


Comentarios:
Me ha gustado mucho tu narración, depende de la epoca de tu vida en que mires hacia el futuro lo verás o plagado de monstruos o llenito de esperanzas... eso me pasa a menudo a mi... según mi estado de animo el futuro se me presenta de una u otra manera... en cualquier caso al final siempre hay que tirarse a la piscina, y aunque siempre se procura que algo de agua la llene... las dudas nos asaltan mientras caemos... ¿y si derepente se hubiese vaciado?
 
Suele decirse que el que no arriesga no gana, pero al mismo tiempo arriesgar demasiado es peligroso...

El estado de ánimo influye mucho desde luego; a veces nos sentimos indestructibles y a veces tememos que una pizca de viento nos haga caer.....

Un saludo
 
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