sábado, febrero 18, 2006

 

Adiós Ayer


No suelo publicar cosas ajenas porque me gusta ofrecer material de mi propia cosecha. Pero de vez en cuando encuentro cosas tan buenas que me animan a saltarme mis propias reglas. Tan buenas que creo deberían circular más; no es el objetivo de este humilde blog, pero ya que te has molestado en dedicarme unos minutos de tu tiempo, me gusta ofrecerte algo interesante.

El siguiente relato ganó un concurso de escritura de cartas de amor, y desde luego sin necesidad de leer las demás obras (y sin desmerecerlas por supuesto) creo que el jurado acertó de pleno. Un relato sencillo pero muy explícito, sobre amor y desamor. Y ahora es cuando yo desaparezco y te dejo a solas con él.

"Estimada Cristina: Ayer recibí una misiva de tu abogado donde me invitaba a enumerar los bienes comunes, con el fin de comenzar el proceso de disolución de nuestro vínculo matrimonial. A continuación te remito dicha lista, para que puedas solicitar la certificación al Notario (...)(...) y tener listos todos los escritos antes de la comparecencia ante el tribunal.

Como verás, he dividido la lista en dos partes. Básicamente, un apartado con las cosas de nuestros cinco años de matrimonio con las que me gustaría quedarme y otra con las que te puedes quedar tú. Para cualquier duda o comentario, ya sabes que puedes llamarme al
teléfono de la oficina (de ocho a cuatro) o al móvil (hasta las once) y estaré encantado de repasar la lista contigo.

COSAS QUE DESEO CONSERVAR:
- La carne de gallina que salpicó mis antebrazos cuando te vi por primera vez en la oficina.
- El leve rastro de perfume que quedó flotando en el ascensor una mañana, cuando te bajaste en la segunda planta, y yo aún no me atrevía a dirigirte la palabra.
- El movimiento de cabeza con el que aceptaste mi invitación a cenar.
- La mancha de rímel que dejaste en mi almohada la noche que por fin dormimos juntos.
- La promesa de que yo sería el único que besaría la constelación de pecas de tu pecho.
- El mordisco que dejé en tu hombro y tuviste que disimular con maquillaje porque tu vestido de novia tenía un escote de palabra de honor.
- Las gotas de lluvia que se enredaron en tu pelo durante nuestra luna de miel en Londres.
- Todas las horas que pasamos mirándonos, besándonos, hablando y tocándonos. (También las horas que pasé simplemente soñando o pensando en ti).



COSAS QUE PUEDES CONSERVAR TÚ:
- Los silencios.
- Aquellos besos tibios y emponzoñados, cuyo ingrediente principal era la rutina.
- El sabor acre de los insultos y reproches.
- La sensación de angustia al estirar la mano por la noche para descubrir que tu lado de la cama estaba vacío.
- Las náuseas que trepaban por mi garganta cada vez que notaba un olor extraño en tu ropa.
- El cosquilleo de mi sangre pudriéndose cada vez que te encerrabas en el baño a hablar por teléfono con él.
- Las lágrimas que me tragué cuando descubrí aquel arañazo ajeno en tu ingle.
- Jorge y Cecilia... Los nombres que nos gustaban para los hijos que nunca llegamos a tener.

Con respecto al resto de objetos que hemos adquirido y compartido durante nuestro matrimonio (el coche, la casa, etc) solo comunicarte que puedes quedártelos todos. Al fin y al cabo sólo son eso:... objetos. Por último, recordarte el n º de teléfono de mi abogado (.......) para que tu letrado pueda contactar con él y ambos se ocupen de presentar el escrito de divorcio para ratificar nuestro convencimiento. Afectuosamente, Roberto."

Creo que sobran los comentarios......así que te dejo, voy a ver si consigo el desaguisado que le he hecho a la plantilla.


P.D. El relato lo escribió una mujer




Comentarios:
Pues la que lo escribió... ya veo que está dispuestísima a recibir amor, a que sigan recordándo cosas positivas de ella, y encantada con que la ofrezcan todos esos objetos materiales sin importancia, que son sólo objetos. Pero me pregunto si también estará dispuesta a dar ese amor y a regalar esos objetos, y a tener la sensibilidad para apreciar al marido del que se divorcia.

Porque en este relato no está expresando lo que ella siente, sino lo que quiere que sientan por ella. No es amor, es egoismo narcisista, pues quien escribe la carta no se pone en el papel duro y generoso de quien ama pese al rechazo, sino en el papel de la que es adorada y quiere ser adorada a pesar de haberse portado como una ... con su ex.

Por cierto que ese relato ya lo había leído hace tiempo, sí que ha rulado bastante por internet.
 
La historia me pareció curiosa, desde luego que puede interpretarse de mil formas; la falta de información adicional (¿por qué se fue a la mierda la relacion? ¿por qué apareció una tercera persona?) nos obliga muchas veces a introducirla nosotros. No es casualidad; está demostrado que cuando al cerebro le falta información, se la inventa. Curioso ¿no?

Extraño y complicado es el amor a veces........hablaremos de ello en el siguiente post

Un saludo
 
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